Nunca me enamoré de una tarea

Más de 70.000 trabajadores renunciaron a su empleo en 2022 en España, según datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.

Nunca se habían producido tantas dimisiones como ahora, ni siquiera en 2007, cuando en aquella época los proyectos y nuevas oportunidades eran diarias.

A muchos equipos directivos les preocupa, lo que en Estados Unidos se ha llamado La Gran Renuncia, pero créeme, hay algo que debe preocuparte más o mejor dicho debe OCUPARTE más, la Renuncia Silenciosa.

Sus protagonistas son aquellas personas que, por motivos económicos o bien porque no saben salir de su zona de confort, no han querido o podido huir de sus empresas. Cumplen con su jornada laboral y con su trabajo, sin conceder ningún extra. Compromiso 0. Como un San Bernardo tumbado sobre la alfombra.

Ante esta situación, la atracción de talento comprometido es el gran reto. Y subrayo la palabra talento, no mano de obra. Mano de obra hay mucha, pero en mi experiencia talento, no tanto. Y subrayo comprometido porque necesitamos que den lo mejor de sí mismos.

Sé que no os estoy diciendo nada nuevo y que este tema está en vuestras conversaciones habituales, pero ¿Qué están haciendo nuestras empresas al respecto?

En los desayunos «Tenemos que hablar» de Employer branding, que organizamos en Nexia acuden por invitación direcciones de RRHH, de Marketing y CEO.

Durante estos desayunos, que los hacemos en un ambiente muy privado y donde la gente habla con total libertad, sin cámaras, sin prensa… siempre pregunto ¿qué papel ocupan vuestras personas, vuestros equipos en la empresa?

De las 50 empresas que pasaron por nuestros desayunos en 2022, todas contestaron que o eran el pilar fundamental o muy importante. Pero la mayoría reconocían que todavía quedaba mucho por hacer y que era inminente la puesta en marcha de una estrategia de employer branding.

Tenemos que pasar a la acción.  Se habla mucho de las personas, pero hay poca acción. ¿Por dónde empezamos? 

Por la marca. Es la marca la que recoge nuestro propósito, y es ese propósito el que va a enamorar nuestros equipos actuales y futuros.

Voy a exagerar un ejemplo con un fin didáctico. La gente no quiere trabajar en Google porque le gusta picar código. La gente quiere trabajar en Google por su propósito: llevar la información a cualquier lugar del mundo.

La gente no tiene un iPhone o un Mac, porque sea tecnológicamente el mejor o tenga la mejor relación calidad precio, sin porque conecta con el para qué de su propósito: Cambiar el status quo a través de la tecnología, pensando diferente. ¿A quién no le gustaría trabajar en Apple?

Nadie se enamora de una tarea, se enamora de un propósito.

Y esta filosofía, esta forma de entender la marca, debe desplegarse hacia toda la organización y llevarla hasta los planes de acción más concretos.

¿Qué está haciendo tu marca? ¿Tiene claro su propósito? ¿Es tu equipo conocedor de este? ¿Tienes una estrategia para el despliegue del propósito? 

El propósito de tu marca, el para qué hace las cosas, cuál es su papel en el mundo, por qué existe… eso es lo que va a comprometer al talento. Si no se comprometen, optarán por la renuncia a viva voz o por la renuncia silenciosa.

Igual que tu estrategia de marca hacia el exterior no la dejas que surja o fluya, sino que la trabajas concienzudamente, no dudes que debes hacer lo mismo hacia tu estrategia interna.

Aquí y ahora es el mejor momento para empezar. 

Cuéntame, ¿tienes este 2023 algún objetivo en relación con lo que acabamos de hablar? 

Una respuesta a «Nunca me enamoré de una tarea»

  1. Buenas Marta:
    Me encantó el artículo. En MI opinión y MI propia experiencia, muchas veces el sentido de pertenencia y participación en la empresa es fundamental, así como la cercanía con la gerencia. Ser parte de un «algo» y sentir que tu trabajo impulsa la empresa es fundamental. Se debe empezar desde arriba, siendo los puestos directivos más altos, los que den ejemplo. Que los dueños, directores de empresas hagan sentir a sus trabajadores parte del proyecto, y de la empresa.
    En cuanto al talento y su renuncia, el talento siempre buscará crecer y desarrollarse, por eso la empresa debe promover proyectos y desarrollo de la empresa y del trabajador para que no se quede estancado.

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